¿Se puede hacer una farmacovigilancia con un enfoque centrado en los pacientes? todos gritarán inmediatamente que si a los 4 vientos, pero en general los modelos de recolección de datos están diseñados para recolectar datos "sobre" los pacientes, pero no "desde" los pacientes.
La información se recolecta primeramente desde los profesionales de salud que interactúan con los pacientes, ya sea por medio de su práctica clínica o a través de programas de pacientes y otros sistemas estructurados de recolección de datos. Sin embargo eso implica que existe un primer filtro, donde la información es recolectada tras haber pasado por un profesional de la salud, quien a su vez no está exento de sus propios sesgos y conflictos de intereses.
Una farmacovigilancia centrada en los pacientes implica involucrar a los pacientes en el proceso no solo de reportar eventos adversos, pero la comunicación de riesgos, los problemas de implementación de las terapias (adherencia, error de medicación, acceso) entre otras circunstancias que muchas veces no son comunicadas a los profesionales de la salud, y que estos a la vez rara vez reportan a los departamentos de farmacovigilancia de los centros de salud o industria farmacéutica.

Al respecto dos artículos refrescantes, sobre como recolectamos datos desde los pacientes directamente, y luego uno sobre
El primer artículo, "A New Era in Pharmacovigilance: Toward Real-World Data and Digital Monitoring", escrito por Adam Lavertu et Al, anuncia un cambio transformador en las prácticas de farmacovigilancia. Tradicionalmente, la farmacovigilancia dependía en gran medida de los sistemas de notificación espontánea y de los datos de los ensayos clínicos. Sin embargo, con la llegada de tecnologías avanzadas y la proliferación de fuentes de datos del mundo real, como los historiales médicos electrónicos, los dispositivos portátiles y las redes sociales, el panorama está evolucionando rápidamente. El aprovechamiento de estos vastos conjuntos de datos permite un seguimiento continuo de la seguridad y la eficacia de los medicamentos en entornos reales, ofreciendo información sobre los resultados a largo plazo y las experiencias de los pacientes más allá del entorno controlado de los ensayos clínicos.
Además, la integración de herramientas digitales de seguimiento presenta interesantes oportunidades para la detección precoz de acontecimientos adversos y la detección de señales. Al aprovechar la inteligencia artificial, el aprendizaje automático y los algoritmos de procesamiento del lenguaje natural, los sistemas de farmacovigilancia pueden cribar enormes cantidades de datos con una velocidad y precisión sin precedentes, facilitando la gestión proactiva de riesgos y las intervenciones oportunas. Este cambio de paradigma hacia los datos del mundo real y la supervisión digital promete mejorar la vigilancia de la seguridad de los medicamentos, acelerar la toma de decisiones reglamentarias y, en última instancia, mejorar los resultados para los pacientes.
Como complemento de esta revolución tecnológica, es imperativo incorporar la perspectiva del paciente a los procesos de farmacovigilancia. La segunda ponencia, "La voz del paciente en la farmacovigilancia: Pragmatic Approaches to Building a Patient-Centric Drug Safety Organization", escrito por Meredith Y Smith e Isma Benattia, subraya la importancia de implicar a los pacientes como socios activos en los esfuerzos de seguridad de los medicamentos. Tradicionalmente, la farmacovigilancia ha estado dominada por los profesionales sanitarios y las agencias reguladoras, con una participación limitada de los pacientes en la notificación de acontecimientos adversos o en la configuración de estrategias de gestión de riesgos.
Sin embargo, al reconocer a los pacientes como expertos en sus propias experiencias y defensores de su bienestar, existe un movimiento creciente hacia la creación de organizaciones de seguridad de los medicamentos centradas en el paciente. Estas organizaciones dan prioridad a la comunicación transparente, la educación de los pacientes y su capacitación, fomentando una cultura de confianza y colaboración entre pacientes, profesionales sanitarios y autoridades reguladoras. Al solicitar los resultados, las preferencias y las preocupaciones comunicadas por los pacientes, los sistemas de farmacovigilancia pueden obtener una comprensión más completa de los perfiles de seguridad de los medicamentos y dar prioridad a las cuestiones que más importan a los pacientes.
En conclusión, la convergencia de los datos del mundo real, las tecnologías de monitorización digital y los enfoques centrados en el paciente anuncian una nueva era en la farmacovigilancia. Aprovechando el poder de la innovación y la colaboración, podemos garantizar que la farmacovigilancia evolucione a la par que el panorama dinámico de la atención sanitaria, situando la seguridad y el bienestar de los pacientes a la vanguardia del desarrollo de fármacos y la toma de decisiones normativas. Hacer oír la voz del paciente no sólo mejora la eficacia de los sistemas de farmacovigilancia, sino que también reafirma nuestro compromiso de ofrecer terapias seguras y eficaces que satisfagan las diversas necesidades de los pacientes de todo el mundo.
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